Arquitectos:Trianera de Arquitectura (José María Jiménez Ramón, Ángel Luis Candelas Gutiérrez, José Antonio Plaza Cano, Vidal Pérez Sánchez) Ubicación: Isla de Cartuja, Sevilla, España Fecha Proyecto: 2009 Estructuras: A.L.Candelas Instalaciones: Aster Consultores Aparejadores: Antonio Vallejo López, Cristina Sanabria Rodríguez Área Proyecto: 6.673 m2 Presupuesto: 3.731.120 € Promotor: Cartuja 93, S.A Constructor: Begar S.A. Fotografías: Cortesía de Trianera de Arquitectura
Concurso Internacional. 1ºclasificado
Las limitaciones que se imponían al diseño eran el ajustado marco presupuestario, el determinista Estudio de Detalle y la inexcusable necesidad de una racionalidad y funcionalidad flexible inherentes a su programa de incubadora de empresas. Partiendo de estas limitaciones se ha tratado de realizar una reflexión (re-visión) sobre la elección tipológica (y su repercusión volumétrica) y el tratamiento epidérmico del edificio.
Generar una organización volumétrica sencilla pero sugerente y expresiva, dentro del marco bastante determinista del Estudio de Detalle, constituye uno de los objetivos del diseño. El primer gesto en este sentido es la disposición de una plataforma o podio que abarca la totalidad de la parcela respondiendo a la voluntad de separar el espacio propio de la misma de un entorno inmediato dominado por la presencia atosigante de automóviles que se estacionan a lo largo de las calles o se arraciman en bolsas de aparcamientos situadas en ambos frentes de la parcela. De las seis plantas del edificio, las cinco superiores se destinan a ubicar los módulos del Centro de Incubadora de Empresas, sus servicios y comunicaciones verticales, dejando la inferior para la recepción, el salón de actos y una sala de usos múltiples. La adopción de un esquema tipológico de distribuidor central permite que cada dependencia alinee su dimensión mayor en las fachadas. El pasillo central, que no resigna a quedarse en el interior, irrumpe en las fachadas extremas buscando la luz, al tiempo que éstas se repliegan hacia dentro acortando sensiblemente la longitud del pasillo, efecto de acortamiento que se acentúa en la perspectiva desde el centro de las planta mediante el abocinado de las rupturas exteriores. Así, esta cadena de decisiones, unida a la creación de un soportal que genera la transición desde el podio al interior, provoca la articulación volumétrica del edificio.
La construcción de las fachadas renuncia a grandes superficies acristaladas tanto por su innecesariedad en todos los casos, debido a la proporción apaisada de los módulos, y su clara inconveniencia, en nuestra latitud, en las fachadas este y oeste. Se recurre, por el contrario, a paramentos sólidos en los que se abren huecos de ventanas con lamas verticales, de los tamaños necesarios para dotar de ventilación e iluminación suficientes a las dependencias. Para construir estos paños se adopta un sistema de paneles metálicos que, además de tener un coste reducido y nulo mantenimiento, permite simular un “pixelado” de las fachadas que transforman en tapiz neutro y continuo lo que, en el fondo, es un plano horadado profundamente discontinuo.